Descubriendo la vocación

Charles Dickens: "El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta."

Descubrir la vocación profesional es uno de los grandes desafios de la vida. Algunos la descubren prontamente mientras que a otros la respuesta sobre qué carrera seguir les resulta más esquiva. Los tests vocacionales pueden ayudar a orientarnos, pero se limitan a trabajar sobre nuestras concepciones de tareas que nos gustaría hacer o no. De la teoría a la práctica hay una gran brecha. Primero estando en la secundaria tenemos que decidir qué carrera estudiar y luego estando en la universidad o en el terciario, sobre qué especializarse. Sin embargo, al pasar al mundo laboral o incluso antes, en los primeros años de la carrera, nos damos cuenta de que lo que hacemos no nos gusta. Y entonces...chan!! comienza la gran crisis vocacional y planteos existenciales sobre las decisiones tomadas y las decisiones a tomar para evitar ser un frustrado por los años restantes que nos quedan hasta la jubilación.
Lamentablemente no hay soluciones fáciles, lo único que puedo decir es que cambiar de profesión, rama o especialidad es posible, sólo hay que tener el coraje para tomar la decisión de cambiar nuestro futuro. Obviamente hay riesgo asociado, pero quien no arriesga no gana. Y cuanto más tardemos en decidirnos, más nos va a costar lograr el cambio buscado.

Comparto con ustedes un artículo muy interesante que apareció en el diario sobre un servicio para facilitar la búsqueda vocacional.

Vacaciones vocacionales
Por Jorge B. Mosqueira

Un alto grado de insatisfacción laboral de la población es un problema que excede los límites de una empresa. Podría decirse también que rebasa los esquemas económico-sociales y puede convertirse en un dilema existencial.

Las mediciones en países desarrollados como España indican que el 82% de los trabajadores no se encuentra satisfecho con su actual empleo. La media, en Europa, es del 74%. En nuestro país, según encuestas realizadas, nos encontraríamos en un punto más bajo, pero importante y no quedan dudas de que por lo menos la mitad de los que trabajan lo soportan como un castigo bíblico.

Cualquiera de ellos, sin importar la edad, debió preguntarse alguna vez sobre la posibilidad de cambiar de ocupación. Algunos se arriesgaron, con suertes varias, pero este fenómeno mundial fue recogido por dos empresas, Vocation Vacations y Figuring Out, de Estados Unidos e Inglaterra, respectivamente.

El servicio consiste en diseñar vidas paralelas para minimizar riesgos e incertidumbres en la búsqueda de la vocación. Los interesados son acompañados por un mentor y vinculados con empresas que permiten vivir la experiencia de decenas de trabajos.

La lista es extensa porque incluye más de 150 roles: productor de TV, panadero, dueño de hostería o granja, escritor viajero, luthier, etcétera. No solamente se asesora a quienes padecen una crisis laboral y quieren probar otra cosa, sino que les propician ejecutar y hacerse cargo de una de las ocupaciones que su vocación o fantasía persiguieron durante años.

De hecho, los clientes que abonan unos 2000 dólares por la experiencia pueden salir a conducir un camión o ser agente de viajes por un tiempo, con lo que se comprueba si lo soñado se parece o no a la realidad.

Esta propuesta parece haber surgido como consecuencia del outplacement, tan en boga en tiempos de despidos a granel. No todos los finales fueron desgraciados. Hay quienes se liberaron de trabajos que odiaban o que simplemente habían cumplido un ciclo en sus vidas, lo que lleva a justificar esta alternativa de experimentar otra ocupación, minimizando el riesgo.

Yendo bastante más allá, tal vez sea posible enfocar el problema de la satisfacción y el enriquecimiento laboral sin mezquindades, coordinando entre las empresas alternativas de intercambio de empleados en puestos de prueba, diferentes o no de los que ocupan habitualmente. Algo así como una variante de aquel programa de cable donde permutaban esposas por dos semanas para administrar el hogar. Los descubrimientos sobre los distintos estilos de organización eran sorprendentes.

De igual modo, pasar de una empresa a otra por un tiempo permitiría identificar virtudes, defectos y vocaciones, un paso inevitable para producir cambios.

Fuente: Diario La Nación, domingo 11/05/2008
http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/empleos/nota.asp?nota_id=1011198

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