

El duelo entre Light y L es uno de los más interesantes que he visto, ya que no es un duelo físico sino mental. Leer Death Note es como seguir un partido de ajedrez: los personajes tienen varias jugadas en mente, tienen que anticipar los movimientos del otro y engañar al contricante con jugadas que en realidad son distracciones para la verdadera jugada de fondo.
También destacan otros personajes, como la extrovertida y despreocupada Amane Misa (una modelo que me resulta muy pesada), Mello y Near (personajes que aparecen en la 2da etapa de DN y quieren también vencer a Kira).
En esta serie el dibujo va a cargo del experimentado Takeshi Obata, mientras que el guión es obra de la novelista Tsugumi Ohba, lo que da como resultado un dibujo limpio y fluido que se complementa con un genial y rico guión en donde sólo queda esperar lo inesperado. Ha sido

En definitiva, un manga muy recomendado para aquellos cansados del shônen común.
Un dato curioso de este manga es que en algunas escuelas se ha prohibido debido a que algunos estudiantes han intentado emular a los Death Notes, aunque no exactamente de la misma forma. Ellos escriben el nombre de sus enemigos, profesores y demás, y luego pasan las notitas en donde se explica detalladamente y retorcidamente cómo quieren que mueran. Es más, el gobierno chino después de una gran polémica que se armó, llegó al extremo de prohibir la distribución de este manga.
¿Y tú qué harías con un Death Note?
Un dato curioso de este manga es que en algunas escuelas se ha prohibido debido a que algunos estudiantes han intentado emular a los Death Notes, aunque no exactamente de la misma forma. Ellos escriben el nombre de sus enemigos, profesores y demás, y luego pasan las notitas en donde se explica detalladamente y retorcidamente cómo quieren que mueran. Es más, el gobierno chino después de una gran polémica que se armó, llegó al extremo de prohibir la distribución de este manga.
¿Y tú qué harías con un Death Note?
1 comentario:
No sé si mi ambición llegue a tanto como para querer convertirme en un Dios, ja. Me gusta cuando el desafío es más de ingenio que de fuerza.
Ahora, qué haría con un Death Note...uy, en un momento de coraje, claro que pondría a un par de personas en ese apunte, jejeje.
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